Remesas, pagos digitales y educación financiera

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En América Latina, las remesas no son solo simples transacciones financieras. Para millones de familias en la región, representan una fuente vital de ingresos que sostiene y complementa los presupuestos de millones de hogares. En 2022, las remesas hacia América Latina y el Caribe alcanzaron los 142 mil millones de dólares.

A finales del siglo XIX, las remesas fluían principalmente en efectivo, pasando de mano en mano, cruzando fronteras, y posteriormente a través de servicios postales y giros telegráficos.

Este método planteaba riesgos importantes. El robo, la extorsión y las pérdidas eran comunes, lo que llevaba a la pérdida del dinero que con tanto esfuerzo se ganaba. Además, las tarifas asociadas con las remesas en efectivo a menudo se llevaban una parte considerable del monto total enviado, reduciendo el beneficio para los destinatarios. 

Estos desafíos que planteaba el manejo de efectivo cimentaron las bases para reconsiderar la manera en que enviaba dinero.

A finales de los años 80, las órdenes de pago internacionales (o money orders) se volvieron extremadamente populares, principalmente debido a su bajo costo y a pesar del largo proceso del servicio postal para procesar el pago.

En países como México, las órdenes de pago se convirtieron en la principal vía para recibir remesas: 4 de cada 10 pesos se recibían a través de money orders.

A principios del siglo XXI, las órdenes de pago fueron desplazadas por los medios digitales que hoy representan casi la totalidad de los envíos de remesas. A partir de este momento, las transacciones electrónicas tomaron un papel preponderante en los servicios de envío transfronterizo de dinero mediante operadores, intermediarios financieros, casas de cambio y corresponsales encargados de la intermediación entre depósitos y retiros.

Los usuarios, tanto migrantes como las familias en sus países de origen, encontraron en las transferencias electrónicas una vía de bajo costo y mayor velocidad al no requerir de los servicios postales para el envío de órdenes.

Hoy en día, estos servicios se empalman con fenómenos como la digitalización de pagos, la modernización de los sistemas de transferencia y la introducción de muy diversas alternativas para los usuarios.

Operadores de remesas tradicionales, bancos, empresas fintech y plataformas de pagos digitales han surgido para satisfacer la creciente demanda de estos servicios. Estas plataformas permiten a los migrantes enviar dinero a casa con solo unos pocos toques en sus teléfonos inteligentes, eliminando los riesgos asociados con el efectivo y reduciendo los costos de transacción.

Las ventajas de las remesas digitales son numerosas. Tarifas más bajas por lo que llega más dinero a manos de los destinatarios; mayor seguridad, ya que las transacciones digitales son rastreables y menos susceptibles al robo; mayor comodidad y conveniencia, que permiten enviar dinero desde la comodidad de un teléfono inteligente; mayor control, ya que permiten a los migrantes administrar sus finanzas de manera más eficiente. Además, las remesas digitales promueven la inclusión financiera al conectar a los destinatarios con servicios financieros formales, fomentando el ahorro y la inversión.

La pandemia por COVID-19 aceleró la adopción de pagos digitales por sobre los canales tradicionales para pagos internacionales. Las aplicaciones móviles se han convertido en la plataforma de pagos más utilizada y los usuarios tienen cada vez más confianza.

Un estudio reciente de Mastercard estima que a nivel global un 57% de los usuarios de pagos transfronterizos aumentaron su uso de pagos en línea debido al COVID-19 y que 1 de cada 4 usuarios que envían o reciben pagos transfronterizos lo hacen a través de aplicaciones móviles.

Adicionalmente, 46% de las personas que envían las remesas y 32% de los que las reciben utilizan plataformas basadas en sitios web de bancos, empresas de transferencia de dinero u otros proveedores.

En medio de esta transición a las remesas digitales, la educación financiera para los migrantes es crucial.

Empoderar a los migrantes con conocimientos financieros les ayuda a tomar decisiones informadas sobre cómo gestionar sus ingresos. Contenido en línea y programas de educación financiera tanto públicos como privados son necesarios para ayudar a los migrantes a comprender aspectos como la creación de presupuestos, el ahorro, la inversión y las especificaciones que deben conocer al elegir y utilizar servicios digitales de envío de dinero. 

Si bien la digitalización de pagos transfronterizos e internacionales genera conveniencia y toma terreno como opción para usuarios de servicios de remesas y empresas, aún existen obstáculos percibidos para la adopción de los medios de pago digitales en este sector, y la educación financiera será clave para atenderlos.

Primero, los usuarios de soluciones digitales de pagos internacionales buscan seguridad, rapidez y transparencia. Es importante que los usuarios logren identificar riesgos de fraude, esquemas de pago sospechosos y respuestas ante vulneraciones de información.

Segundo, una cantidad significativa de migrantes y sus familiares que tienen acceso a estos servicios a menudo no aprovechan otras oportunidades financieras. Una de las principales razones para no participar en prácticas de ahorro y presupuesto formales son la falta de familiaridad con conceptos financieros. Comprender las opciones y servicios financieros disponibles para los migrantes y sus familias, que incluyen ahorros, créditos y préstamos vinculados a remesas, es fundamental para empoderar y promover su educación financiera.

Tercero, en materia de transparencia, es necesario comprender con claridad los costos de uso de servicios de remesas y pagos internacionales, así como las implicaciones de otras variables financieras como tipo de cambio y comisiones cobradas por el uso de servicios.

Esto implica que los operadores de servicios de envíos de remesas también deben mejorar sus modelos de negocio para atender de manera más efectiva y atractiva para su mercado, especialmente adultos mayores, poblaciones marginadas, periurbanas y rurales.

La revolución de las remesas sin efectivo es un cambio fundamental para los migrantes y sus familias en América Latina. Amplifica el impacto positivo de las remesas, haciéndolas más seguras, eficientes e inclusivas. A medida que abrazamos esta transformación digital, no debemos olvidar la importancia de la educación financiera para los migrantes. Al equiparlos con el conocimiento necesario para tomar decisiones financieras, podemos asegurar que las remesas sigan siendo un factor de desarrollo para millones en toda la región.

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