En América Latina, las microfinancieras han demostrado ser una herramienta eficaz en la lucha contra la pobreza y la exclusión financiera. Estas instituciones ofrecen servicios financieros, tales como microcréditos, a pequeños empresarios y personas de bajos ingresos que, de otro modo, no tendrían acceso al sistema financiero formal.
A pesar de su éxito, el uso de dinero en efectivo en estas instituciones conlleva riesgos importantes que pueden socavar su capacidad para cumplir con su misión social y financiera.
Llevar dinero a personas con difícil acceso a él es una excelente idea. No solo se promueve la economía de estas regiones sino que además se habilita a las personas para que se incluyan en el sistema financiero.
Pero ¿por qué no se hace más? Bueno, tener recursos en efectivo suficientes es el primer reto y el más sencillo, la logística de transporte de dinero de manera segura, contratación de personal suficiente, controles de efectivo, sistemas de gestión, capacitación, etc. Ese es el verdadero reto.
Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo existen en América Latina alrededor de 600 empresas de microfinanzas, las cuales han otorgado préstamos de 12 millones de dólares (USD) a más de 10 millones de clientes de bajos recursos.
El uso de dinero en efectivo en transacciones financieras aumenta el riesgo de fraude y corrupción, tanto para empleados como clientes de microfinancieras. También expone a robos y asaltos, afectando la seguridad y confianza en estas instituciones. La gestión del efectivo conlleva costos operativos significativos y excluye a personas sin acceso fácil. Además, dificulta la supervisión y regulación, lo que puede contribuir a la inestabilidad financiera.
Ahora, ya que conocemos el contexto de las microfinanzas, las soluciones más frecuentemente utilizadas para impulsar el crecimiento de las microfinancieras son
- Adopción de nuevas tecnologías
- Implementación de sistemas de pagos electrónicos
- Capacitación de empleados y clientes en cuestiones de seguridad
- Fortalecimiento de la infraestructura financiera
La solución más viable para la rápida penetración del microfinanciamiento
- Adopción de tecnologías financieras (Procesador de pagos)
El uso de tecnologías financieras, como las aplicaciones móviles y las plataformas de banca en línea, puede ayudar a reducir la dependencia de las microfinancieras en efectivo. Estas tecnologías permiten a los clientes realizar transacciones de manera segura y eficiente, sin la necesidad de manipular dinero en efectivo. Además, la adopción de soluciones digitales puede mejorar la transparencia y la trazabilidad de las transacciones financieras, facilitando la supervisión y regulación de las microfinancieras.
Implementación de sistemas de pagos electrónicos
El establecimiento de sistemas de pagos electrónicos, como tarjetas de débito y crédito, puede ofrecer una alternativa al efectivo en las transacciones financieras de las microfinancieras. Estos sistemas pueden reducir la vulnerabilidad al fraude y la corrupción, al tiempo que facilitan el monitoreo y la supervisión de las transacciones. Además, los pagos electrónicos pueden disminuir los costos operativos asociados con el manejo de dinero en efectivo.
Brindar capacitación y educación financiera a los empleados y clientes de las microfinancieras puede ayudar a promover la adopción de soluciones digitales y reducir los riesgos asociados con el uso de efectivo. La educación financiera también puede empoderar a los clientes para que tomen decisiones financieras informadas y responsables, lo que puede contribuir a la estabilidad y sostenibilidad del sector microfinanciero.
El desarrollo y fortalecimiento de la infraestructura financiera, como la expansión de redes de cajeros automáticos y puntos de venta electrónicos, puede facilitar el acceso a servicios financieros sin efectivo para las poblaciones desatendidas en América Latina. Esto puede mejorar la inclusión financiera y reducir la dependencia de las microfinancieras en efectivo.
En cuanto a la adopción de nuevas tecnologías, existen actualmente diversas opciones disponibles de acuerdo a las necesidades de cada empresa, algunas son:
Soluciones de Card Issuing: O emisión de tarjetas. Estas soluciones ya cuentan con toda la infraestructura y requisitos armados para que las empresas puedan emitir tarjetas de manera sencilla, ya sean de crédito, débito, regalo, recompensas, regalo, etc.
Para que estas tarjetas puedan ser funcionales es necesario que existan sistemas de pagos electrónicos, pues no hay sentido en tener tarjetas que no pueden usarse. Los sistemas de pagos electrónicos son conocidos también como “terminales de pago” o “terminales punto de venta” y existen también opciones disponibles, desde los portátiles que pueden funcionar con un celular, hasta las terminales punto de venta bancarias.
Teniendo en cuenta lo anterior, lo que sigue es la cultura financiera, es decir que los pagos digitales sea lo normal entre todos los colaboradores. Y para esto es necesario: tiempo y capacitación. La capacitación del personal técnico es llevada a cabo usualmente por los proveedores de tarjetas y terminales de pago, pero también existe acompañamiento en el proceso a través de sus canales de atención.
El fortalecimiento de la infraestructura financiera es el resultado de lo que mencionamos en este artículo, la infraestructura siempre será mejorable y el mercado está continuamente creciendo.
Según un estudio realizado por Mastercard 19% de la población en América Latina está pensando sumarse a los pagos digitales. Y el 77% quisiera poder hacer todo desde el portal de su proveedor, es decir hacer compras y pagos desde el mismo lugar.