La industria del turismo es uno de los pilares básicos de la economía global. En algunas partes de América Latina es incluso una de las industrias más relevantes debido a su importancia en la generación de riqueza.
Los turistas buscan diversas experiencias cuando salen de viaje pero hay dos factores que consideran fundamentales para elegir el destino a visitar: la seguridad y facilidad.
Ya sea en destinos nacionales o extranjeros, los turistas buscan que sus experiencias de viaje sean lo más placenteras y hasta cierto punto sencillas. Esto implica, entre otras cosas, que deben existir formas de pago sencillas.
El uso del dinero para el turismo engloba ambos factores. Por un lado, portar grandes cantidades de efectivo implica correr un riesgo continuo, ya sea por extravío o incluso robo.
Desplazarse con tarjetas de crédito o débito es considerablemente más conveniente, permitiendo el manejo de sumas significativas de dinero con facilidad.
Optar por soluciones de pago digital durante los viajes no solo incrementa la comodidad, sino que también mejora la seguridad frente al riesgo de transportar grandes volúmenes de efectivo. Este beneficio se hace especialmente evidente en situaciones como la llegada a aeropuertos, donde los viajeros pueden encontrarse limitados en la cantidad de efectivo que pueden llevar consigo.
Además, otro problema importante al que se enfrentan los extranjeros al ir de viaje es el cambio de divisas ,es decir, el tipo de cambio.
El cambio de divisas es una ciencia en sí, hay algunas divisas más cambiantes que otras y según el proveedor (y el día) es el tipo de cambio que corresponde.
A esto hay que sumar la dificultad del cálculo mental de gastos para poder realizarlo. Nadie quiere pasar sus vacaciones en casas de cambio. Un turista que viaja con efectivo, debe calcular cuanto dinero va a gastar en su viaje y después debe asistir a una casa de cambio para convertir su dinero en moneda local.
Hacer un cambio menor de divisas significa que tendrás que regresas a la casa de cambio y realizar el cambio nuevamente, con el riesgo de encontrar un valor menor, y todos los riesgos que conlleva ir cargando efectivo en un país o región que no conoces.
Por otro lado, si el extranjero cambia de más y eventualmente quiere volver a hacer el cambio a su moneda de país de origen, nuevamente va a perder dinero por el tipo de cambio.
Una solución simple que de hecho implementaron algunos centros y zonas vacacionales fue manejar una divisa extranjera, generalmente, el dólar Americano (USD) pero esto no evita que se pierda mucho dinero por el tipo de cambio, quizá se vuelve más cómodo pero no se soluciona en realidad el problema.
Piensa por ejemplo el problema que resulta para los turistas ir a algún país extranjero y querer comprar alguna artesanía o pagar algo de comer y no saber cuanto dinero local van a necesitar.
No saben si llevar mucho dinero o poco dinero. Por ejemplo, imaginemos que nuestro extranjero viaja de EUA a Argentina y decide ir a cenar a un restorán de cortes de carne. Llega el final de la cena y es momento de pagar. Resulta que si nuestro extranjero no lleva un fajo de billetes con la altura de un ladrillo, no va a poder pagar su cena, debido al tipo de cambio.
¿Puedes imaginar la incomodidad de ir cargando por Argentina un ladrillo de billetes?
Una solución, mucho más eficiente son los pagos digitales, pagar con tarjeta de crédito y débito vuelve a este trabajo extra indetectable. Puedes traer miles de ladrillos de billetes en un solo plástico.
Los métodos de pago digitales tienen un impacto significativo en la experiencia del cliente en la industria turística.
Ofrecen una serie de ventajas como la seguridad y la conveniencia que mejora la satisfacción y comodidad.
En primer lugar, la rapidez y facilidad de realizar transacciones mediante pagos digitales agiliza el proceso de compra, permitiendo a los clientes realizar pagos sin necesidad de llevar efectivo o preocuparse por el cambio, lo cual resulta especialmente beneficioso mientras están en movimiento durante sus viajes.
Además, los pagos digitales brindan un alto nivel de seguridad al contar con medidas de protección avanzadas, como autenticación de dos factores y cifrado de datos. Esto genera confianza en los clientes, ya que saben que su información financiera está protegida, algo fundamental al realizar transacciones en entornos desconocidos durante sus viajes. Imagina por ejemplo, la incertidumbre que sienten los extranjeros al recibir dinero en efectivo y no saber si es dinero real o falso.
Pueden pagar 30,000 pesos argentinos y recibir de cambio un billete de 2,000 y no saber si están siendo timados o es dinero real. Este inconveniente no ocurre con los pagos digitales.
Existen actualmente muchas formas para aceptar y realizar transacciones digitales seguras. Algunas son: Terminales punto de venta, transferencias instantáneas, transferencias de tarjeta a tarjeta, transferencias de banco a banco, pagos QR, pagos con dispositivos móviles, etc.
Para aquellas zonas turísticas que tienen la modalidad de pre-pago también existen opciones como pago anticipado, pago diferido o incluso sobregiros permitidos.
Según un estudio de Americas Market Intelligence, el volumen de ventas por comercio electrónico relacionadas con viajes y turismo se triplicará entre 2021 y 2025 hasta alcanzar los $180 billones de dólares en América Latina. Esto la convierte en la vertical de mayor crecimiento en comercio electrónico de la región.
En 2021, viajes y turismo obtuvo ventas de comercio electrónico por valor de $37 billones de dólares, y se espera que esta cifra se triplique hacia 2025, con un crecimiento anual promedio de 30%, seguida de retail.